Poema de mis difuntos...

Cuatro cadaveres, solo cuatro,
Flotando incesantes por las esquinas de mi habitacion.
No me dejan dormir,
Susurran insultos sin un por qué.
Susurran con la idea de delatar,
Dulces y candentes tentaciones que en las noches
Suelo abrazar.

Cuatro cadaveres, solo cuatro
Lloran temblorosos ante el indecente
Estupor de las cuatro de la tarde,
Mientras el gato vecino se desviste de su negrura,
Clamando a los cielos por esta noche sin estrellas.

Cuatro cadaveres, solo cuatro,
Colgando, bailando
Como palidos rombos al sonido de un dolor.
Desnudos todos ante la vergüenza,
Que inquieta hacecha con quitarme la vida.

Mis cuatro cadáveres, que sólo son cuatro,
Los dejo tendidos cuando me refiero al pasado,
Traicionero el destino que no me supo enseñar
Que hacer con ellos,
A quien dejarselos
Para que a mi mente logren dejar en paz.

En un trip...

Leves matices que colorean mi pensamiento,
Surcan las aguas al tu espíritu invocar.
Los cielos se rellenan
Y retuercen,
Se entremezclan las almas
Y en el universo se logra presenciar,
Delirios, pecados, palabras y oraciones;
¿A dónde van tantas nubes
En el remolino de mi pensar?

Suaves caricias, agitan mi melena,
La presencia de lo puro
Solo consigo inhalar.
Cortinas de humo,
Filoso el colmillo
De la bestia a controlar.

Se delatan las mentiras
Y se revela lo oculto,
Los sentimientos enterrados
Respiran por un canal;
Poro abierto, mente clara,
Llueven manifestaciones como hechizos al azar;
La madre eterna
Se ha logrado invocar.

Mi espina se estremece,
La alegría por mis venas…
Suave murmullo que a mi mente suele inundar,
Ahora son gritos,
Cánticos, demencia,
Risas que sólo conoces
Desde los viejos tiempos de libertad para amar.

Pero luego de un rato,
De tanto aleteo y limpieza espiritual,
Ya lo poco es demasiado,
Y es necesaria la jeringuilla
Con un poco dosis de realidad.
Abro los ojos…sólo era un sueño;
De vuelta a la mísera cotidianidad.